-Aredhel

No tenía pensado escribir nada... pero no quiero dejar pasar desapercibido el día. Es un día grande, es un día importante para mi.   Ha sido un año sumamente dificil, por todo lo que ha conllevado, como lo fue difícil para todos... pero mi corazón tenía un pesar más que el no poder salir por el COVID.  Francamente, el #QuedateEnCasa fue lo mejor que pudo haber pasado para “disimular” las pocas ganas que tenia de salir, de trabajar, de hablar, de ver gente... Para mi supuso un alivio muy grande el distanciamiento social impuesto por el gobierno... Agradezco enormemente la oportunidad de llevar mis emociones en casi privado.   Hoy hace un año... y en este año han pasado muchas cosas que creí que nunca pasarían: ponerme a llorar en el trabajo, sentirme abandonada, y entender porque algunas personas deciden terminar con sus vidas. Nunca pensé terminar con la mía, la aprecio demasiado... pero ahora entendí qué hay emociones que simplemente no sabemos cómo manejar... y la opción más fácil s

Llega el momento en el que decides aventarte al agua otra vez. Llega el momento de volver a ser una buena amiga, una buena persona, Ese momento en que el positivo de una amiga ya no te produce malestar. Llega el momento de evolucionar, porque no sabes que jamas podrás volver a ser como antes. El momento de levantarte despúes de la caída mas estrepitosa de tu vida. El momento de aliviar tu corazón, tu alma... El momento de perdonar, de reconciliar, de razonar y de entender... De perdonar a personas que no saben que deben ser perdonadas, De reconciliarte contigo mismo, De razonar en que lo que pasó no fue culpa de nadie, De entender que no estas sola en este proceso. Y dentro de ti, sabes que pronto ha de llegar ese momento, pero que no será de repente El momento llegará poco a poco, con esfuerzo, con ayuda, con coraje, con lentitud... pero llegará. Busca cerrar ciclos, etapas... poco a poco, con acciones pequeñas pero significativas. Porque sanarte a ti misma es un proceso impor

Justo hoy hace un año, a esta misma hora, las 7:30 de la tarde, me encontré frente a ese documento tan extraño: POSITIVO, leí... y a pesar de haberte deseado durante estos años... quede en shock, pues ciertamente no te esperaba, bebé.  Hacia 10 dias que estaba sispechando tu presencia, com reservas, claro... en otras ocasiones habian pasado 3 dias, pero eventualmente, todo regresaba a la normalidad... el curso normal del mes tras mes.  Recuerdo haber manejado desde el estacionamiento del laboratorio, hasta la catedral de la ciudad, donde me bajé y empecé a ver cómo entraba la gente. Era jueves, y había hora santa.  No me atreví a entrar.  Me quede afuera viendo como la gente entraba, se santiguaba y se perdía en el interior del recinto. Tarde un rato en darme por enterada de lo que estaba pasando, y lloré... lloré de sorpresa, lloré de incredulidad. Ya estabas aquí, viviendo dentro de mi. Lo que tanto habia pedido a Dios, llego en el momento que menos pensé. Y agradecí por ello.  Hice

Tu y yo teníamos una cita el día de hoy, una cita a ciegas. La cita mas importante de mi vida. No llegaste. No fue una sorpresa, ya lo sabía. Lo sabía desde hace 6 meses y 11 días. El tan esperado 10 de junio, por fin llegó. No es el día que pensé cuando se definió la fecha, definitivamente no lo es; y por mas que intento no pensarlo... no pensarte: no lo consigo. Dudo que algún día borre de mi mente la fecha. Desaparecerá de mi boca, si. Pero en mi mente y en mi corazón siempre estará grabado el 10 de junio, el día de tu nacimiento, el día en que nos íbamos a conocer: El día en que iba a comenzar a mostrarte todo lo bonito de la vida y del mundo, y prepararte para lo no tan bonito también. Hoy hubiera sido el mejor día de nuestras vidas, de los 3. Tu papá también te extraña mucho, pero se hace el fuerte. Él lo logra mucho mejor que yo. Lola también se siente triste, y trata de llevarme a pasear todos los días. A veces lo consigue. Había tantos planes, tanta emoción, tanta ilusión cont

El viernes 29 de noviembre de 2019 amaneció siendo un buen día. El día anterior, jueves, había tenido fiebre de hasta 38.8 y me había sentido ¡fatal! Pero le ponía buena cara a todo, y el viernes amanecí sin fiebre y sin dolor. Además era día de baño 🛁. La vida era buena, habían pasado 8 semanas desde que nos enteramos que ese pedacito de los dos venía en camino después de casi 6 años de estarlo buscando. Muchos estudios y un tratamiento de fertilidad después, de la nada, cuando menos lo pensábamos, ahí estaba, un corazón parte suyo y parte mío latía dentro de mi. Lo que tanto habíamos anehelado. Lo habíamos visto hacía dos días. Se movía mucho, pataleaba mucho y se movía mucho. E staba muy bien formato, brazos, piernas, manos, pies, dedos! La vida iba muy bien, me sentía dichosa en todos sentidos. Había sido difícil. Tenía 8 semanas en cama, reposo absoluto dijo el doctor, solo para lo indispensable, pues había un hematoma que ponía en peligro a nuestro bebé. Fue difícil al princ