Hoy hace un año


No tenía pensado escribir nada... pero no quiero dejar pasar desapercibido el día. Es un día grande, es un día importante para mi. 

 Ha sido un año sumamente dificil, por todo lo que ha conllevado, como lo fue difícil para todos... pero mi corazón tenía un pesar más que el no poder salir por el COVID. 

Francamente, el #QuedateEnCasa fue lo mejor que pudo haber pasado para “disimular” las pocas ganas que tenia de salir, de trabajar, de hablar, de ver gente... Para mi supuso un alivio muy grande el distanciamiento social impuesto por el gobierno... Agradezco enormemente la oportunidad de llevar mis emociones en casi privado. 

 Hoy hace un año... y en este año han pasado muchas cosas que creí que nunca pasarían: ponerme a llorar en el trabajo, sentirme abandonada, y entender porque algunas personas deciden terminar con sus vidas. Nunca pensé terminar con la mía, la aprecio demasiado... pero ahora entendí qué hay emociones que simplemente no sabemos cómo manejar... y la opción más fácil sigue siendo, no enfrentarlas y decidir ponerle fin a la existencia. Aprendí que si se puede morir en vida... simplemente dejando de vivir. 

 Hoy hace un año aprendí qué hay amistades para toda ocasión, y no necesariamente la misma persona para todas las ocasiones. Esto fue particularmente duro y solitario de descubrir. Pero entendí y aprendí que sin mi esposo, no hubiera podido sobrevivir. Dios nunca se equivoca, y por algo lo puso en mi camino, porque vio que era bueno y fuerte, un guerrero sin igual. 

 Hoy se cumple un año de que se me partió la existencia... un antes y un después, y de repente ya no he podido ser la misma persona de antes. La alegría ya no es constante, y la inseguridad se volvió el pan de cada día. 

 Hoy hace un año, mi bebé se fue al cielo, no llegamos a conocernos mutuamente en persona, tenía apenas 12 semanas de gestación, cuando dejó de ser parte de mi... y todavía me pregunto qué pasó con su humanita existencia. Todavía siento un dejo de culpabilidad por no haberme aferrado a él... 

Armando se llamaba.
Y lo amé cada minuto de las 6 horas que lo tuve conmigo.

Hoy hace un año, por la noche, experimenté la soledad que no había conocido en mis entonces 34 años de vida... Y desde entonces es un sentimiento difícil de erradicar. 

 Hoy hace un año... se me partió la vida.

Comentarios

Entradas populares de este blog

my tears don't fall.. they're crash around me...

Viernes Negro

-recordandote