Viernes Negro
El viernes 29 de noviembre de 2019 amaneció siendo un buen día. El día anterior, jueves, había tenido fiebre de hasta 38.8 y me había sentido ¡fatal! Pero le ponía buena cara a todo, y el viernes amanecí sin fiebre y sin dolor. Además era día de baño 🛁. La vida era buena, habían pasado 8 semanas desde que nos enteramos que ese pedacito de los dos venía en camino después de casi 6 años de estarlo buscando. Muchos estudios y un tratamiento de fertilidad después, de la nada, cuando menos lo pensábamos, ahí estaba, un corazón parte suyo y parte mío latía dentro de mi. Lo que tanto habíamos anehelado. Lo habíamos visto hacía dos días. Se movía mucho, pataleaba mucho y se movía mucho. E staba muy bien formato, brazos, piernas, manos, pies, dedos! La vida iba muy bien, me sentía dichosa en todos sentidos. Había sido difícil. Tenía 8 semanas en cama, reposo absoluto dijo el doctor, solo para lo indispensable, pues había un hematoma que ponía en peligro a nuestro bebé. Fue difícil al princ...